Diversidad funcional en el área de Religión, una gran oportunidad educativa.
Nos acercamos al Colegio Público de Educación Especial Miguel Hernández, en Colmenar Viejo, para conocer a Beatriz Martínez, profesora de Religión y creadora del perfil “@recursosreeli” en Instagram.
Beatriz es profesora de Religión en el CPEE Miguel Hernández en Colmenar Viejo (Madrid). Tiene 31 años, y se dedica a la enseñanza de la religión desde hace diez. Comenzó cuando terminó la carrera de maestra en Pedagogía Terapéutica, compaginó el trabajo con el estudio de la Licenciatura en Psicopedagogía, ambas en la Universidad Complutense de Madrid. Posteriormente, se graduó como maestra de Educación Primaria, con la mención de Lengua Extranjera: inglés.
¿Cómo llegaste a ser profesora de Religión?
Desde una temprana edad, compartí la vocación de mi madre, maestra de Educación Primaria. Con 14 años, comencé a ser voluntaria en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia, apoyando a los catequistas y como monitora de campamentos.
Aunque quería ser maestra, no tuve claro la idea de dedicarme al mundo de la Educación Especial, hasta segundo de Bachillerato, donde la profesora de Religión nos habló de la vocación y sentí que ese era mi camino.
Mi primer destino como maestra de Religión Católica fue en un centro de Educación Especial.
¿Cómo ves la asignatura de Religión? ¿Qué retos y qué dificultades te plantea?
Es un área imprescindible para que las nuevas generaciones se formen de una manera completa. No podemos ignorar la necesidad de búsqueda del ser humano de respuestas y de sentido. Es por ello, que se ha de dignificar la asignatura de Religión pues por desgracia muchas veces se la ha comparado con catequesis, perdiendo el su sentido de área curricular. O se la ha criticado por la forma de acceso del profesorado.
Por tanto, el reto que plantea es poner su sentido pedagógico y creo que la única forma de hacerlo es desde el buen hacer y el trabajo riguroso, a través de programaciones y propuestas rigurosas y de calidad.
Mi experiencia me indica que cuando esto se hace familias, alumnado y claustro ven en la asignatura un área imprescindible dentro del currículo. Tenemos que dar el 200%, lo hace aún más gratificante nuestro trabajo.
¿Qué hace tan especial esta asignatura en alumnos con Necesidades Educativas Especiales?
Yo diría que nada, y por eso precisamente es especial.
Los niños y niñas con diversidad funcional tienen los mismos derechos que el alumnado que acude a centros ordinarios, es esencial que favorezcamos la igualdad de oportunidades. Esa es la verdadera integración, ofrecer a cada alumno aquello que necesita, no generar una respuesta inamovible y cerrada para todos.
Lo que implica que brindemos al alumnado de Educación Especial las adaptaciones curriculares significativas que precisa. Siendo conscientes de que, aunque las necesidades son mayores, también nos vamos a encontrar con unas capacidades y sensibilidades extraordinarias que debemos cuidar y potenciar.
Siempre me dicen que trabajar en un centro de Educación Especial, deber ser especialmente duro y difícil, pero la realidad es que no. Cada día los niños y adolescentes del centro me llenan de felicidad, me ayudan, me enseñan y recuerdan lo que realmente es importante y esencial para vivir.
¿Por qué creaste el perfil de Instagram de @recursosreeli?
Su creación nació desde una vocación de servicio. Se comercializa poco material específico para los alumnos con necesidades educativas especiales y mucho menos si contamos con el binomio Educación Especial y Religión.
Es por ello, por lo que cree el perfil @recursosreeli, para hacer llegar a todo el que lo necesite recursos y ayuda, así como mostrar que las personas con diversidad funcional no son una minoría apartada, sino que son personas que deben vivir plenamente y tienen mucho que aportar a la sociedad.
Me encanta que familias, maestros y parroquias se pongan en contacto conmigo a través del perfil, compartiendo experiencias y pudiendo ofrecerles mi ayuda.
Hemos visto en tu perfil de Instagram @recursosreeli algunos de los recursos y materiales que preparas; ¿Cómo nacen?
En primer lugar, parten del conocimiento del alumno, de sus necesidades, motivaciones y capacidades.
Para poder responder a las mismas, es imprescindible la formación permanente. Tanto de manera autodidacta con: libros, webinars, y redes sociales que cuentan con un gran “claustro virtual”, como de manera formal.
Tengo la suerte de que la Delegación Episcopal de Enseñanza de Madrid oferta un amplio abanico formativo. El año pasado pude realizar un seminario junto con otros compañeros, donde aprendimos cómo poder adaptar el material de religión a alumnos con Trastorno del Espectro Autista, gracias a Beatriz García, tutora de un aula TEA, que nos dio claves metodológicas y con quien pudimos intercambiar ideas y recursos.
Nacen también del intercambio de ideas con compañeros de Pedagogía Terapéutica, con los que me coordino y adapto la metodología que emplean a la asignatura de Religión.
Otro punto importante es la experiencia y el conocimiento del currículo, pues haber podido tener la oportunidad de ver diferentes formas de trabajar, me permite tener un bagaje y un banco de recursos que voy adaptando a las necesidades de mi alumnado.
¿Con qué apoyo cuentas en tu proyecto?
En primer lugar, como decía, con el apoyo de la Delegación Episcopal de Enseñanza de la Archidiócesis de Madrid. Desde las actividades que plantean, la formación y la relación personal existente me ayuda a vivir esta experiencia no como “mi proyecto” sino como un proyecto de la Iglesia, de la que formo parte, y con la que siento enorme gratitud por haberme encomendado esta misión.
Por otro lado, no puedo olvidar el apoyo que me brinda el centro educativo en el que trabajo. Desde el equipo directivo a todos los compañeros, con los que aprendo y disfruto cada día. Así como mi familia, que me apoya y me acompaña en cada idea y aventura.
Hay mucha demanda de estos materiales para trabajar con adaptaciones curriculares, ¿por qué es importante que sea el propio profesor quien personalice este material?
Lo cierto es que sí, es un campo muy específico, para el que, como he dicho, hace falta mucha formación.
Muchas veces compañeros, maestros de religión en centros ordinarios, me han pedido asesoramiento, porque tienen un alumno con necesidades educativas en su aula y quieren darle una respuesta de calidad. Muestra de ello, es el rápido crecimiento que ha tenido el perfil.
En un centro ordinario nuestra respuesta ante un alumno con necesidades educativas especiales, no puede ser facilitarle materiales adaptados y dar nuestra clase de manera paralela, pues eso le segregaría y marcaría una diferencia. Tenemos que realizar adaptaciones, por supuesto, pero mi consejo es trabajar con todo el grupo de la misma manera, pues todos se pueden beneficiar de esa adaptación y estaremos haciendo de la diversidad un valor positivo.
En un centro de Educación Especial, la personalización del material es para cada alumno y alumna, pues aunque existan materiales comunes siempre se va a adaptar a cada necesidad. Por ejemplo, como se puede ver en el perfil, empleo una asamblea con pictogramas de manera general para todo el alumnado que cursa Religión, ahora bien, hay alumnos que requieren una estimulación más basal, y ellos tienen diferentes objetos de referencia, que pueden percibir por diversos sentidos para acercarse al área de religión; otros en cambio no necesitan hacer la asamblea, solo necesitan ver la secuencia de lo que vamos a realizar.
¿Crees que las editoriales deberían apostar por incluir este tipo de adaptaciones en sus propuestas pedagógicas?
Por supuesto, visibilizar la diversidad ayuda generar un desarrollo integral y dar una respuesta de mayor calidad.
Actividades como trabajar vocabulario religioso en Lengua de Signos Española, ejercicios con pictogramas, juegos con texturas que mejoren la accesibilidad enriqueciendo cualquier proyecto y ayudarían a trabajar de manera explícita los valores de respeto y diversidad.
¿Qué dirección debe tomar la Innovación en el área de Religión?
Debe aceptar el reto de la inclusión educativa, respondiendo a los diferentes modos de aprender del alumnado, atendiendo a su individualidad. Para eso son de gran ayuda las metodologías activas, que devuelven el protagonismo al alumno.
Los profesores de religión, debemos formarnos en ellas, y aplicarlas dentro de nuestras sesiones, apostando por una formación integral e integradora y demostrando que la asignatura de Religión católica tiene mucho que aportar para que el niño llegue a alcanzar un desarrollo integral.
Una de las metodologías que más me gusta es el Aprendizaje Basado en Juegos, como se puede ver en el perfil, pues desarrollamos diversas competencias clave al mismo tiempo que motivamos y dejamos que el alumno sea el que genere su propio aprendizaje.
Como he dicho con anterioridad, también debemos trabajar siempre de forma coordinada con el resto del claustro para que el alumnado perciba que no somos materias estancas, sino que todo lo que aprenden está relacionado y les sirve para construir nuevos aprendizajes.
Hola Beatriz soy alba