Reliarte, un recurso desde el que educar en clase de Religión.
Entrevista a Antonio Manuel Matito García, profesor de Religión en el IES Santiago Apóstol de Almendralejo (Badajoz). Conoceremos cómo acercar los alumnos a una obra de arte para profundizar en su valor y saber cómo ver todo lo que puede transmitir.
Antonio es profesor de religión de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz desde hace siete años. Trabaja en la actualidad en el IES Santiago Apóstol de Almendralejo (Badajoz); tiene 42 años, está felizmente casado y tiene dos hijas preciosas.
Nació en un pueblecito del suroeste de la provincia de Badajoz llamado Segura de León, un pueblo con mucha fe que ha dado muchas vocaciones sacerdotales y donde se crió vinculado a la Iglesia hasta que se fue a estudiar bachillerato al Seminario de Badajoz. Al finalizar su etapa del Seminario se licenció en Filología Hispánica en la UEX y hace un año que se graduó en Ciencias Religiosas por el ISCCRR Sta Mª de Guadalupe de Badajoz completando así su formación y habilitándole definitivamente para impartir clases de religión católica.
En su tiempo libre suele salir al campo, contemplar la naturaleza; le gusta salir a correr y pasear con su familia.
Está implicado con su parroquia donde intenta estar disponible para labores de pastoral y voluntariado. En la actualidad es catequista de un grupo de jóvenes de confirmación a los que acompaña en su proceso madurativo de fe con el humilde objetivo de enseñarles el significado del compromiso y el de ser auténticos en la vida.
¿Cómo llegaste a ser profesor de religión?
Algo que he sentido siempre es mi vocación por la enseñanza aunque para ser sincero nunca me planteé ser profesor de religión, sobre todo porque también tuve mi etapa de alejamiento hacia la Iglesia en mi juventud, aunque parece que “el hijo pródigo acaba siempre volviendo a casa del padre”.
Al finalizar mis estudios de filología trabajé en distintos empleos, experiencia que me enriqueció muchísimo y me enseñó a valorar el estar bien formado para poder aspirar a un empleo de calidad. Cierto día, sin esperarlo, me llamaron de la bolsa de profesores de religión de mi delegación y desde entonces sentí que este era mi sitio, que por fin había llegado mi momento de dedicarme a la enseñanza aunque en ese momento no me consideraba preparado para ello.
Hubo un antes y un después de aquella llamada, ya que no la consideré como algo casual, llegó en un momento muy oportuno en mi vida y le doy gracias a Dios todos los días por hacerme tan afortunado de poder colaborar con la misión evangelizadora desde esta profesión tan valorada por unos como denostada por otros. Nadie dijo que esto fuera fácil y ahí está el verdadero desafío. Lucho cada día para que esta profesión y la asignatura de religión sean dignificadas, ocupen el sitio que se merecen en el ámbito educativo y en el personal, sirvo con mi ejemplo a cientos de alumnos que buscan respuestas que en otro sitio no encuentran y es que hoy en día no escuchan hablar de Dios en ninguna parte. Les intento abrir una ventana para que se asomen y respiren un aire diferente, y aunque sólo sea una vez en semana, les puedo asegurar que ese ratito merece la pena.
¿Cómo ves la asignatura de Religión ante los retos que plantea la LOMLOE?
Desde que llegué a esta profesión he vivido siempre con la incertidumbre de no saber qué situación me encontraría el curso siguiente debido a los vaivenes legales que sufre la asignatura de religión desde hace décadas. Es incomprensible que una asignatura encuadrada dentro de un currículum y considerada como área pueda ser sometida al capricho de quien ocupe el cargo en el Ministerio de Educación en cada legislatura.
Es evidente que estamos ante un cambio de paradigma, se está produciendo un cambio de época, en la que leyes como la LOMLOE, supuestamente creadas para la mejora del sistema educativo, deciden dejar de lado asignaturas, entre ellas la de religión católica, que aporta aspectos fundamentales para la formación integral de la persona y que se elige libremente.
La asignatura de religión católica es víctima de una absurda lucha que parece no tener fin. No se quiere ver que los aspectos humanísticos en la formación de la persona son tan necesarios como los de otros ámbitos como el científico. La asignatura de religión aporta un complemento indispensable en el proceso de enseñanza y aprendizaje de nuestros alumnos y lo más importante de todo es que lo hace desde la libertad y el respeto a la persona.
No corren buenos tiempos para esta asignatura que aunque haya demostrado su perfecta integración dentro del funcionamiento de cualquier centro de enseñanza y estar respaldada por gran parte de la comunidad educativa no parece tener un marco jurídico que la proteja de ser devaluada en cualquier momento con las consecuencias que ello tiene para el colectivo de profesores de religión que vemos cada día nuestro futuro laboral más incierto.
Precisamente por estos motivos se hace indispensable que nuestra labor como docentes de esta maravillosa asignatura sea la de apasionar a nuestros alumnos, de mostrarles siempre una actitud positiva ante la vida, una sonrisa al entrar en clase y un hasta luego esperanzado, una cultura milenaria y unos valores auténticos que emanan de una fuente viva, un lugar donde sentirse escuchados y donde lo académico a veces no sea lo más importante.
¿Cómo os habéis adaptado ante la situación provocada por el coronavirus?
La educación en general y esta asignatura en particular están viviendo una época de transformaciones y adaptaciones a la pandemia provocada por el coronavirus, la cual ha transformado la vida de los institutos de enseñanza secundaria. Las actividades extraescolares, muy importantes en mi asignatura, se han visto truncadas para nuestros alumnos con el bien que éstas hacían para su convivencia y su aprendizaje académico y vital.
La clase de religión siempre se ha considerado como ejemplo de adaptación y transversalidad en aspectos curriculares y en la vida de cualquier centro educativo porque cuenta con profesionales lo suficientemente creativos y motivados capaces de innovar y ofrecer soluciones cuando todo parece estar en contra. Y es que estamos acostumbrados a remar contracorriente y superar obstáculos en nuestro día a día.
El Arte es un recurso desde el que educar en clase de Religión, ¿cómo lo estáis trabajando en este tiempo de Cuaresma y Semana Santa?
Una de estas actividades que suelo realizar es la visita con mis alumnos al Museo del Prado, donde hacemos un recorrido por aquellas obras de arte de inspiración religiosa en general, siendo uno de estos recorridos el de la vida de Jesús de Nazareth a través del arte. Se trata de la puesta práctica de una unidad didáctica impartida en Bachillerato que ya otros años llevé a cabo en algunos de los centros por los que he pasado.
Consiste en la recreación de un museo dentro del instituto con los recursos que dispongamos para hacer, que sin salir del centro, los alumnos tengan la sensación de estar de visita en el Prado o en el Thyssen. Elegimos un tema para la exposición, que normalmente ha sido sobre los episodios de la vida de Jesús, en este caso vamos a centrarnos en las obras de arte que representan episodios sobre la Cuaresma y la Pasión, Muerte y Resurrección: las tentaciones, la entrada en Jerusalén, la oración en el huerto, el Ecce homo, el Via crucis, la Crucifixión o la Resurrección.
De esta forma no sólo vamos a conseguir crear una actividad atractiva sino que al mismo tiempo podremos ubicar al alumno acercándole al significado de la Cuaresma atrayéndolo con la idea de visitar un museo dentro de su propio centro. Esta actividad va dirigida a todos los niveles y siempre suelo prepararla junto al departamento de historia del arte donde algunos de sus profesores se sirven también de la actividad para alumnos de bachillerato que hacen la selectividad ese año.
Preparar la actividad es sencillo, entretenido y educativo ya que aglutina varias competencias básicas del currículo, siendo protagonistas las TICS. En primer lugar se realiza una selección de obras para la exposición que formarán los cuadros. Cada uno de los cuadros irá acompañado de su correspondiente ficha técnica que cada alumno realiza, en las cuales, aparte de aparecer una descripción técnica artística también se completa con una significación religiosa propia del episodio que se esté tratando. Por ejemplo, si estamos con la Última cena, no solamente describiremos la composición de la escena, sino que señalaremos que en ese momento Cristo instituye la Eucaristía.
El siguiente paso es crear un código Qr que nos llevará a un audio que el propio alumno grabará sobre la obra que le haya tocado trabajar. En este audio se podrá ampliar la información sobre la obra ya que en la ficha técnica hay que hacerlo de forma resumida. De esta forma quien visite la exposición podrá escanear con su móvil estos códigos Qr que cada ficha contiene y contemplar el cuadro mientras escucha la locución a modo de audioguía de museo.
Es importante creatividad para lograr un espacio adecuado que se asemeje en la medida de lo posible a un museo aunque eso dependerá de los recursos que disponga cada centro.
El resultado final vale la pena ya que durante un tiempo tanto el profesor de religión como el de historia del arte pueden hacer uso de esta actividad para impartir sus clases de forma práctica y amena consiguiendo así que se produzca un aprendizaje significativo por parte de nuestros alumnos.
A continuación se muestra, como ejemplo, algunas de las obras más significativas sobre las que vamos a trabajar en esta unidad didáctica acompañadas de sus respectivas fichas técnicas:

Espero que os animéis a llevarlo a cabo en vuestros centros y a vivir la Cuaresma teniendo presente el significado de este tiempo y haciendo un esfuerzo siempre por ser mejores y mejorar lo que nos rodea convirtiendo corazones de piedra en corazones de carne ( Ez 36,26).
genial