FOROS DE CURRÍCULO (1). TODA UNA LECCIÓN
La primera sesión de los foros de currículo ha sido una lección pública de ciudadanía, de un modo de hacerse presente la Iglesia en la sociedad y una muestra de que la autonomía y la colaboración entre Iglesia y Estado es posible. La educación y la clase de religión salen ganando. Todos salimos ganando.
En la misma sala, desde la misma silla y para los mismos oyentes. Los que llevamos mucho tiempo en la enseñanza religiosa escolar nunca habíamos vivido nada así. Con corrección, con claridad, con elegancia, el Presidente de la Comisión Episcopal de Educación y Cultura y Obispo de Lugo, Alfonso Carrasco Rouco, y el Secretario de Estado del Ministerio de Educación y Formación Profesional, Alejando Tiana, hicieron visible que cuando el diálogo es sobre educación, sobre los retos compartidos, sobre el marco curricular es posible expresar discrepancias y reconocer los puntos en los que se ha de trabajar.
Hemos sabido que la Comisión Episcopal no está satisfecha con la situación en la que queda la asignatura de Religión y que lamenta que no se haya acogido su propuesta de explorar un nuevo encaje de la ERE y que trabajará, hasta que haya posibilidad, por encontrar una solución que normalice la presencia de la asignatura en el sistema educativo.
Alejando Tiana indicó un camino para la normalización de la asignatura que pasa porque el currículo de Religión esté diseñado de tal manera que esté en sintonía con las demás materias del sistema y que se integre en el mismo marco competencial europeo que las demás. Con respecto a la asignatura garantizó su presencia conforme a los Acuerdos y dejó entreabierta la puerta a la mejora de los aspectos que había subrayado el Obispo de Lugo en las negociaciones que todavía están abiertas.
Arreglar lo que depende de la Comisión
Es evidente, así lo subrayaron ambos, que la elaboración del currículo es competencia exclusiva de la Conferencia Episcopal. La ordenación académica de la asignatura, sin embargo, (carga lectiva, computabilidad, la regulación de asignaturas similares) es competencia del Ministerio de Educación y de las Comunidades Autónomas y esa es la negociación que está abierta. La responsabilidad, nos guste o no, es del Ministerio y, aunque se mantengan reuniones con la Comisión Episcopal, el Ministerio está condicionado por la jurisprudencia acumulada, por su propio sesgo ideológico con respecto al encaje de la diversidad religiosa en la escuela, por el diseño de cada etapa, curso, número de materias, etc. Confiamos en que, dado el buen clima que se manifestó, haya avances en las negociaciones y que la disposición al diálogo que expresó el Secretario de Estado se concrete en una solución buena para todos los implicados en la educación y que habilite, para la asignatura de Religión, un lugar equiparable a las demás asignaturas del sistema.
Lo bueno, lo muy bueno, es la decisión de la Comisión de hacernos poner el foco en lo que sí depende de ella: la elaboración de un currículo que aporte algo, tan significativamente valioso para nuestros alumnos, que dignifique y haga imprescindible la aportación de la enseñanza religiosa escolar. Los padres que eligen Religión católica para sus hijos deben tener la certeza de que escoger esa asignatura , más allá de la repercusión en el expediente académico, aporta un modo de entender la realidad, de estar en la vida y de proyectarse en el futuro por el que se justifica y merece la pena matricular y elegir esta asignatura. Esa es la razón de ser de estos foros y, por ello, es imprescindible que todos contribuyamos al discernimiento necesario para pensar en los aprendizajes que, desde la perspectiva de la enseñanza religiosa escolar, han de integrar nuestros alumnos para que sigan aprendiendo y sirviendo al necesitado a lo largo de toda su vida.
Un detalle que todos vimos
A esa tarea, de acertar con un currículo que haga crecer en sabiduría y bondad a nuestros alumnos, es a la que nos convocó la Comisión Episcopal y lo hizo desde la sala de prensa de la Conferencia Episcopal que se convertirá estos martes en el ágora en la que la asignatura se piensa a sí misma a la luz de toda la ciudadanía. Sin miedo a los focos y con la voluntad de que se entienda y se comparta el alcance de la interpretación de los retos y desafíos que, desde la perspectiva católica de la educación, entendemos que tienen por delante la humanidad y cómo debemos responder, como subrayó el papa Francisco en la convocatoria del pacto Educativo Global, codo a codo con toda la sociedad.
Un último comentario. Como reconoció el Presidente de la Comisión, Alfonso Carrasco Rouco, detrás de la organización de estos foros está una mujer, Raquel Pérez Sanjuan, Directora del Secretariado de la Comisión a la que agradecemos, de corazón, el sentido, el estilo y la puesta en escena de una iniciativa que, Dios lo quiera, debe servirnos para estar a la altura de la responsabilidad que, ante la sociedad, ante los padres y ante nuestros alumnos, asumimos cada vez que entramos en un aula.
Qué gran noticia y qué momento histórico tan importantísimo para acoger este foro como propuesta del cambio a todo lo que vivimos. Aprovechar para visibilizar todo aquello que se hace en la asignatura a nivel competencial , metodologico y de contenidos curriculares para que se recoja en el currículum y que sea un proceso enseñanza-aprendizaje más significativo y adaptado a los tiempos que corren. Todo un notición. Gracias por compartir