“Náufragos”: Un regalo para el Papa, una canción para todos
El “curartista” (sacerdote y artista, según se define él mismo en sus redes sociales) Toño Casado acaba de lanzar la canción Náufragos, “de profunda raigambre espiritual y que no es sino una metáfora de esta vida en la que, por mucho que azoten los vientos y las tempestades sobre nuestra embarcación vital, con fe y esperanza debemos ser capaces de mantenernos en pie”. Lo había escrito hace 17 años, pero la acaban de grabar ahora con sus colaboradores de siempre para regalárselo «al Papa Francisco en su ‘cumplepapa 10’ pues creo que describe perfectamente la Iglesia en la que creemos». Dice también: «Se la dedico al Papa Francisco, que pilota la Barca de La Salvación, una Iglesia abierta que reúne a todos los náufragos del mundo».
Cuando abrimos su canal de YouTube nos encontramos con esta descripción:
«Existe una Barca que resiste todas las tormentas y rescata a todos los náufragos de la vida. Un regalo para el Papa Francisco y todas las personas buenas de este mundo que se empeñan en dar de comer al sediento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, visitar a los presos, socorrer al los refugiados y dar la Mejor Luz que se vio en el mundo y en la historia: El Amor com-partido, muerto y resucitado, que calma todas la tempestades».
La canción
La canción es «una metáfora de esta vida en la que, por mucho que azoten los vientos y las tempestades sobre nuestra embarcación vital, con fe y esperanza debemos ser capaces de mantenernos en pie».
Al principio del videoclip, que contiene imágenes cedidas por la oenegé Openarms, de España, y la Fundación Valdocco, de Argentina, se puede ver esta dedicatoria:
«Al papa Francisco,
Capitán de la barca de la Iglesia abierta
que salva a todos los náufragos
de este difícil mar».
Náufragos
Hoy la noche del mar se hace dueña
de ciudades plagadas de náufragos.
Hoy intentan llegar a un incierto lugar
que les salve de su tempestad.
Como náufragos buscan su tabla
corazones que intentan no ahogarse.
Y hoy será mi canción como el faro del sol
que les diga que existe una barca
que nos exige etiqueta ni entrada
y les llevará donde encontrarán su amor.
Y remando llegamos mil náufragos,
mil colores, acentos e idiomas,
mil historias, mil sueños, mil lágrimas,
mil sonrisas (Súbete a mi barca).
Corazones de niños que aún juegan,
relaciones de afecto y de arena,
mil castillos, proyectos de viento, mil victorias.
Tú vendrás junto a mí en tu barca.
Ya no habrá tempestad, solo magia.
Ya no hay noche sin luz
pues mi estrella eres tú que me llevará
cruzando este mar a mi hogar.
Tú vendrás junto a mí en tu barca.
Ya no habrá tempestad, solo magia.
En la noche del mar y el asfalto,
hoy mi danza se vuelve de agua.
Mi canción es señal para al puerto llegar,
donde un mundo de luces pintar.
En la barca del mundo hay mil sueños,
mil colores remando hacia el puerto.
El latido de Dios marca el ritmo interior
de la barca de tu corazón.
Y remando llegamos mil náufragos,
mil colores, acentos e idiomas,
mil historias, mil sueños, mil lágrimas,
mil sonrisas (Súbete a mi barca) .
Corazones de niños que aún juegan,
relaciones de afecto y de arena,
mil castillos, proyectos de viento, mil victorias.
Tú vendrás junto a mí en tu barca.
Ya no habrá tempestad, solo magia.
Ya no hay noche sin luz
pues mi estrella eres tú que me llevará
cruzando este mar a mi hogar.
Tú vendrás junto a mí en tu barca.
Ya no habrá tempestad, solo magia.
Si esta noche te sientes un náufrago
solitario que busca su casa,
aquí puedes llegar, con nosotros remar
hacia un reino de música y paz.
No hay tormenta que pueda rendirnos
pues hay alguien que lleva la barca.
Mil reflejos de mar él nos quiere pintar.
Todos juntos, distintos y hermanos,
esta noche ya no somos náufragos,
pues nos llevará adonde encontrar a Dios.
Toño Casado
El papa Francisco, defensor de los inmigrantes
La tarde del 13 de marzo de 2013, el papa Francisco, recién elegido, dio su primera bendición apostólica “Urbi et Orbi” y pidió ser bendecido por el pueblo. Ahí comenzó su camino al servicio de la Iglesia universal: “un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros.” Cuatro meses después, el 12 de julio, peregrino de las periferias existenciales, realizó su primer viaje fuera de la península italiana. El papa había leído en los periódicos la odisea de un largo centenar de somalíes y eritreos que naufragaron el 16 de junio cuando intentaban alcanzar la isla de Lampedusa; una decena de ellos fueron tragados por el mar, aumentando así la pavorosa cifra de desaparecidos en el Mare Nostrum. Y quiso que su primer viaje fuera a Lampedusa, la isla de los inmigrantes muertos en el mar, a donde, en los seis primeros meses de ese año, habían llegado 8.400 emigrantes y solicitantes de asilo. Fue la primera salida real del papa y también la más dramática y conmovedora.
«Desde la tumba-isla de cientos y cientos de emigrantes cuyos nombres nunca conoceremos, surgió ese fuerte grito a la conciencia de todos “para que no vuelva a ocurrir lo que ocurrió”». Y usó para ello diversos símbolos: un báculo de madera de un cayuco naufragado, el cáliz de madera en la misa, una patera de altar… Y un ambón de restos de barcas y un viejo timón… Y una ofrenda con una corona de flores arrojada al mar [ver arriba las imágenes de estos dos últimos símbolos].
La llamada del Papa fue una advertencia contra la indiferencia ante todos los inmigrantes y, sobre todo, los que han muerto en el mar. Y lo continuó siendo durante todos los años de su pontificado. Véanse algunos titulares de noticias:
Por ejemplo, el 3 de abril de 2022, el papa Francisco visitó la isla de Malta. El día anterior se había producido la enésima tragedia del mar frente a las costas de Libia: más de 90 muertos, según los informes de Médicos Sin Fronteras (MSF). El Papa pidió no dejar sola a Malta y exhortó a toda Europa a asumir los flujos migratorios.
E intervino desde la pequeña ciudad de Rabat, símbolo cristiano por excelencia de “acogida” y “evangelización” ya que, según la tradición, la Gruta de San Pablo, es el lugar donde san Pablo se alojó en el año 60 d.C., tras el hundimiento, a causa de una terrible tormenta, del barco que lo llevaba a Roma para ser juzgado.
Desde esa gruta, el papa rezó:
«Ayúdanos a reconocer desde lejos
las necesidades de cuantos luchan entre las olas del mar,
golpeados contra las rocas de una costa desconocida.
(Señor), haz que nuestra compasión no se agote en palabras vanas,
sino que encienda la hoguera de la acogida,
que hace olvidar el mal tiempo, da calor a los corazones y los une”.
Se puede escuchar el audio de esta catequesis al final de la noticia.
Trabajar con la canción
- Escuchamos la canción centrándonos en las imágenes. ¿Con qué imagen nos quedamos del videoclip? ¿Por qué?
- Relacionamos esa imagen con alguna frase de la canción. ¿Por qué esa?
- Buscamos datos sobre los náufragos de cayucos, pateras… y comentamos: investigamos las causas, analizamos nuestro comportamiento, proponemos soluciones…
- Pero la primera estrofa se refiere también a otros muchos náufragos de ciudad: “ciudades plagadas de náufragos”. ¿Cómo les describe? ¿Qué hacen? (“intentan llegar a un incierto lugar que les salve de su tempestad”, “como náufragos buscan su tabla corazones que intentan no ahogarse”). ¿Quiénes pueden ser? Los ponemos nombres.
- Y se señalan ocho miles: mil náufragos, colores, acentos e idiomas, historias, sueños, lágrimas, sonrisas…” ¿A qué se puede referir? Y más tarde, “castillos, proyectos de viento, victorias…” Los ponemos nombres.
- El estribillo puede aludir a la acción del Papa dentro de l Iglesia y su interés por los náufragos. Pero también, desde el evangelio, puede aludir a Jesús que es el que va realmente en la barca de la Iglesia (ver el pasaje de Marcos 4,35-41 en que Jesús calma la tempestad). ¿Qué se necesita para que sea verdad lo de “ya no habrá tempestad, solo magia”?
- Y la segunda estrofa vuelve a hablar de “la noche del mar y el asfalto”. De nuevo náufragos del mar y náufragos de la ciudad… ¿Cuál nos imaginamos que es el sueño de esos náufragos?
- Y en la tercera estrofa entona que “no hay tormenta que pueda rendirnos” y que “todos juntos, distintos y hermanos, esta noche ya no somos náufragos”. ¿Qué hacer para actuar “todos juntos, distintos y hermanos”.
- Pistas de solución: Ver la frase inicial del video, reproducida más arriba. Y comentar también la dedicaatoria.
- El videoclip termina con la frase: “Gracias, papa Francisco”. Buscamos datos y continuamos esta frase: “Gracias, papa Francisco, por(que)…”