A propósito del inicio del curso
Y sin darnos cuenta llegó septiembre, y con él los reencuentros, incorporaciones a nuestros colegios o por el contrario la espera e incertidumbre de un nuevo destino.
A través del perfil de @recursosreeli en Instagram me habéis compartido vuestras impresiones y labores estos primeros días y todos tiene una cosa común: organizar.
Es el momento de limpiar, colocar, ordenar y pensar cómo vamos a recibir a nuestro alumnado, cómo se va a disponer nuestra aula de Religión, si la tenemos, o con qué espacios voy a contar para poder impartir las sesiones de Religión, a veces de lo más variopintos. O por el contrario de aprovechar la espera para buscar materiales y formarnos.
Yo, quería compartir en el blog, la suerte tan inmensa de que en mi centro hayan decidido construir un aula de Religión, para ello han estado realizando obras este verano sacando espacio de donde no había y voilá ¡ahí estaba ese pequeño, pero gran espacio, para el alumnado de Religión!
La importancia de la organización del espacio
Inmediatamente me puse a organizar, como tantos de vosotros, haciéndome aún más consciente de la importancia que tiene el espacio físico donde impartimos nuestras clases.
El espacio es un factor didáctico esencial, puesto que nos ayuda a definir la situación de enseñanza – aprendizaje creando un ambiente estimulante para el desarrollo y favoreciendo tanto la autonomía como la motivación.
En este caso concreto, al tratarse de un colegio de Educación Especial, teníamos que buscar mobiliario que hiciera al aula polivalente para poder atender a todas las necesidades. Equipándolo con mesas con escotadura, como mesas para infantil y para alumnado adolescente. Sin olvidar la necesidad de estructuración y orden que requieren los alumnos con necesidades educativas especiales. Ha sido una ardua tarea, que he podido realizar gracias al trabajo en equipo, con ayuda de fisioterapeutas, tutores y conserjería hemos dado con la solución a cada problema.
Por ello quería invitaros a reflexionar sobre el hecho de que en estos primeros momentos de orden no podemos olvidar a los alumnos que vayan a acudir a Religión con necesidades educativas especiales, preparando el espacio también para ellos.
Reconociendo las condiciones de acceso, sonoridad y luminosidad del aula e intentando mejorarlas en la medida de los posible, colocando elementos que minimicen el rebote del sonido o por el contrario que lo amplifiquen, colocando más luz o poniendo cortinas y persianas que aminoren los reflejos, así como mover muebles o quitarlos permitiendo el acceso para todos. Lo que nos lleva a realizar señalizaciones con pictogramas y carteles escritos, para facilitar la localización del material y las zonas del aula.
A pesar, de que nuestras aulas pueden ser más pequeñas que otras del centro educativo, debemos intentar organizar el espacio siguiendo la rutina de nuestras sesiones, dejando espacios delimitados para que el niño asocie el lugar o rincón del aula con la tarea a realizar en ella.
Como mínimo se debe disponer de una zona de trabajo en mesa y otra de descanso y juego. Es interesante delimitar también un espacio para el ordenador. Si carecemos del espacio suficiente podemos servirnos de manteles o alfombras de diversos colores, que marquen la diferencia entre diversas finalidades de un mismo espacio. Ya comentábamos en post anteriores la especial relevancia que tiene para alumnado TEA la estructuración visoespacial.
Otro elemento a tener en cuenta, y que solemos obviar habitualmente, es el hecho de no decorar excesivamente el aula, teniendo en cuenta las dificultades atencionales y en las funciones ejecutivas que pueden presentar estos alumnos. Por ello, solo se colocará la información más relevante.
Aprovisionamiento de materiales
Del mismo modo, debemos reflexionar sobre los materiales con los que contamos, es un buen momento para aprovisionar al aula de material de acceso, que será de utilidad durante el curso, como historias con pictogramas, lupas, libros en Braille o claves visuales.
También se pueden preparar materiales como la asamblea, de la que tanto hemos hablado, o planificadores de actividad, que servirán de apoyo a este alumnado y le ayudarán a integrar la nueva rutina. Podéis leer más sobre estos recursos en post anteriores.
Aunque que no existe un amplio catálogo de herramientas manipulativas y juguetes de temática bíblica para el alumnado con necesidades educativas especiales. Recientemente encontré esta propuesta de gran valor pedagógico: el método Godly Play® basado en principios del método Montessori y el culto cristiano. Procede del trabajo de Sofia Cavalleti y la organización internacional fundada por ella en 1963 en Roma, llamada ‘Asociación María Montessori para la Formación Religiosa del Niño’.
Órdenes religiosas y diversos grupos han desarrollado materiales manipulativos, fundamentalmente en madera, que acercan el Evangelio y los contenidos del área de Religión Católica a aquellos alumnos con mayores necesidades de estimulación.
Os invito a conocer esta metodología e ir creando nuevos recursos estos primeros días para compartirlas con toda la comunidad a través de los comentarios y recibir a los niños y niñas con mucha ilusión y nuevas ideas.
¡Mis mejores deseos para este nuevo inicio de curso!