Luces de la memoria
El libro de Judy Batalion "Hijas de la resistencia" no deja indiferente. Sus quinientas cinco páginas tratan de mujeres guerreras que eligieron entre morir o defenderse.
El libro, basado en una recopilación documental de 1946, Freuen in di Ghettos, trata de decenas de jóvenes judías desconocidas que lucharon en la resistencia contra los nazis. Engatusaron a miembros de la Gestapo para que les llevasen maletas llenas de armas a través de controles, escondieron pistolas en barras de pan, sobornaron a los nazis o coquetearon con ellos, compraron guardias con vino o güisqui, los mataron de un tiro, ayudaron a enfermos, dieron clase a niños, volaron líneas ferroviarias, trabajaron de criadas fuera del gueto, sobornaron verdugos, mantuvieron la moral de sus chicos, hermanos, novios. Un libro escrito en yidis en 1946, ha sido “recuperado” como The light of days en 2020. Ciertamente, aquellas jóvenes de más o menos veinte años, Tesia Altman, Chjaka Klinger, Vladka Meed o Renia Kukielka, se jugaron la vida al cruzar su país. Fueron valientes resistentes. Les bastaba parecer católicas. En febrero de 2024, los restos de Missak Manuchian, escapado del genocidio armenio y fusilado por los nazis en Mont Valérien, entrarán en el Panthéon. El genocidio armenio fue el intento de los llamados Jóvenes Turcos de aniquilar al pueblo y a la iglesia cristiana más antigua del mundo entre 1915 y 1923. Hace un siglo. Para muchos, Manuchian es “un símbolo de los apátridas y extranjeros que combatieron por la liberación”, escribía su sobrina-nieta. Macron se ha referido al “heroísmo tranquilo” de ese resistente, armenio y comunista, que escogió por dos veces a Francia, tras el exilio y por la resistencia. Es el primer extranjero cuyas cenizas reposarán en el Panthéon. En julio de 2023, los “hijos e hijas de judíos deportados de Francia” y el Memorial de la Shoah conmemoraron en París la deportación de unas mil personas, incluidos cien niños, al campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau desde el campo de Drancy. Regresaron cuarenta y ocho personas.
Ewald von Kleist-Schmenzin (1890-1945) pertenecía a una familia noble protestante del norte de Alemania, Pomerania, y apoyaba al conservador Deutschnationale Volkspartei y la monarquía de los Hohenzollern. Sus ideales cristianos le orientaban en ese sentido. Desde 1929, Ewald había publicado escritos contra el nazismo. En 1933, fue arrestado por impedir que la bandera con la esvástica ondeara en su castillo. En 1934, tras la noche de los cuchillos largos, se afianzó aún más en su postura y apoyó a la minoritaria bekennende Kirche, conocida por el liderazgo de Dietrich Bonhoeffer, y en 1938 viajó a Londres para informar al Gobierno inglés de sus planes de disidencia en Alemania, aunque sus esfuerzos fueran vanos. En 1942, se unió al intento de golpe de Estado que fracasó. En 1944, participó en el complot de Claus von Stauffenberg que también fracasó. Fue “juzgado” por el tribunal popular, volksgerichtshof, en 1945, colgado desnudo con ganchos para el ganado y ahorcado en la prisión de Plötzensee de Berlín con cuerdas de piano, que provocan una asfixia más lenta. Su hijo, Ewald-Heinrich von Kleist-Schmenzin, en enero de 1944, con la bendición de su padre, se unió como voluntario para un atentado suicida contra el dictador. Es la llamada Operación Valquiria de Bendlerblock de Berlín.
Del lado de la paz
En 1963, Kleist-Schmenzin contribuyó a crear la Conferencia de Seguridad de Múnich (Münchner Sicherheitskonferenz), que se reunió en febrero de 2023 para tratar sobre la paz entre Ucrania y Rusia. L’Osservatore romano en octubre de 2023 proponía “estar solo de una parte, la de la paz”. La venganza puede vencerse con el bien, estando solo de una parte. Solo. A diestro y a siniestro. À la droite du Père (2022): un libro reciente se refiere a las derechas francesas desde 1945. Hace once años, la prestigiosa du Seuil de París publicaba otro À la gauche du Christ (2012) sobre los cristianos de izquierda desde 1945. ¿Es el Padre más conservador, asegurador y cosmovisional? ¿Es el Hijo, más revolucionario, “reducido” a ética y compromiso? Ambos libros dan que pensar.
Proponía “estar solo de una parte, la de la paz”.
La venganza puede vencerse con el bien

