La Iglesia en la educación
Se cumple un año del congreso “La Iglesia en la educación”, una iniciativa de participación y corresponsabilidad entre los protagonistas de la educación católica que nos ayudó a caminar juntos y va dando frutos.
La propuesta del congreso en España se inscribía en un contexto global de creciente atención de la Iglesia a su misión educativa. En otros trabajos hemos descrito algunos indicadores de este renovado impulso a la educación que está viviendo la Iglesia universal, ahora solo los enumeramos. El primero lo situábamos en la atención que Benedicto XVI prestó a este asunto concentrada en su expresión “emergencia educativa”; la utilizó por primera vez el 11 de junio de 2007 mostrando su preocupación por la creciente dificultad en la transmisión de valores, pero fueron varias las ocasiones en las que insistió en ello; destacamos aquí su atención a la enseñanza religiosa escolar, en su discurso a los profesores de Religión el 25 de abril de 2009, que calificó como “inseparable de la formación humana”.
El segundo de los indicadores lo situamos en la conmemoración del cincuenta aniversario del Concilio Vaticano II, en concreto del documento Gravissimum educationis; con este motivo se celebró en Roma un congreso mundial en el que estuvieron representadas todas las realidades de la educación católica. Su lema, “Educar hoy y mañana, una pasión que se renueva”, es suficientemente expresivo y justifica que lo calificamos aquí como evidencia de este nuevo impulso de la Iglesia a la educación.
El tercer indicador que confirma este proceso de renovación es la iniciativa del papa Francisco del pacto educativo global, la primera propuesta se formuló el 12 de septiembre de 2019; después, el 15 de octubre de 2020, en plena crisis sanitaria, el Papa renovó su propuesta con una llamada a todos para que “se hagan promotores de los valores del cuidado, la paz, la justicia, la bondad, la belleza, la acogida del otro y la fraternidad”. Para completar estos indicadores añadimos la instrucción del Vaticano sobre La identidad de la escuela católica para una cultura del diálogo”, tiene fecha del 25 de enero de 2022, pero fue publicada el 29 de marzo de ese mismo año; el documento propone orientaciones actualizadas sobre la identidad católica de las instituciones educativas apoyada en las palabras de Francisco: “No podemos construir una cultura del diálogo si no tenemos identidad”.
Un año después
Pues bien, en este renovado impulso de la Iglesia universal a su misión educativa se enmarca la propuesta sinodal de la Iglesia en España de un congreso en 2024, para también renovar su misión educativa. La iniciativa se aprobó en la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, en abril de 2023, se presentó a la opinión pública en junio y comenzó su proceso en octubre, con nueve paneles de experiencia y participación, en diversas diócesis españolas, culminando en la sesión del 24 de febrero de 2024. El congreso fue planteado como un proceso de participación y un camino sinodal en todo momento. Su web fue herramienta principal de comunicación y hoy sigue siendo huella de todo el itinerario vivido; por ejemplo, ahí se encuentran todas las buenas prácticas compartidas, la documentación de referencia de la Iglesia en la educación, los documentos marco y conclusivos de cada uno de los ámbitos de trabajo; también las ponencias y discursos del congreso. Todavía está activa y merece ser tenida en cuenta.
El congreso “La Iglesia en la educación. Presencia y compromiso” se celebró a los cien años de otro anterior con la misma temática y objetivos similares, lo que evidencia su necesidad y hasta su urgencia. Otros congresos, como el de profesores de Religión, se había celebrado veinticinco años antes. Así que el impulso eclesial global y el compromiso local, en una línea participativa y corresponsable, fue una respuesta completamente pertinente.
Ahora el objetivo se centra en nutrir las raíces de su idea y cuidar los frutos que el congreso pueda ir dando en los diversos ámbitos en los que la Iglesia está comprometida con la educación; también en su visibilidad y significatividad de la educación católica en la sociedad.
Ahora el objetivo se centra en nutrir las raíces de su idea y cuidar los frutos que el congreso pueda ir dando

