Esperanza y resiliencia
Se ha celebrado en Eslovaquia una nueva edición de EuFRES, con la participación de diez países, donde se ha analizado la ERE como fuente de esperanza y resiliencia en la educación integral de los estudiantes.
EuFRES, el Foro Europeo de la Enseñanza de la Religión, se fundó en 1984 y tuvo su primer encuentro en Alsacia, del veinticuatro al veintiocho de octubre de ese mismo año. Promovieron el foro las diócesis de Múnich, Roma y Madrid, reuniendo a expertos en pedagogía de la religión y responsables de la enseñanza de la religión en el sistema educativo. Desde entonces, ha celebrado otras veinte ediciones, cada dos años, la última del tres al siete abril de 2024. EuFRES es una las referencias europeas de la enseñanza de la religión, junto a otras como CoGREE, EFTRE, ICCSWEB o ICCS, de todas ellas se puede encontrar referencias en internet.
En este encuentro internacional, además del intercambio de experiencias y conocimiento de las diversas situaciones que atraviesa la enseñanza de la religión en los diferentes países, se abordaron las aportaciones educativas de la enseñanza religiosa escolar, sobre todo en tiempos de pospandemia.
Uno de los ponentes, Zbigniew Formella, de la Universidad Pontifica Salesiana de Roma, analizó la situación actual de los jóvenes europeos después de la pandemia y cómo esta ha influido decisivamente (y negativamente) en su percepción de la vida, todo ello en un contexto cultural en el que la realidad virtual sustituye en demasiadas ocasiones a la vida social de los jóvenes; la pandemia ha dejado en los jóvenes más miedos y temores que se agravan con la crisis climática y las guerras cercanas. La segunda ponente, Claudia Gartner, de la Universidad Técnica de Dortmund, explicó cómo la enseñanza religiosa contribuye a la educación integral de los estudiantes en su empoderamiento como personas, destacando el valor de la resiliencia como una aportación fundamental; describió cómo la resiliencia puede ser un factor importante en tiempos de crisis, pero que no puede eliminar sus causas, solo mitigarlas. Propuso el concepto de empoderamiento como algo a lo que la ERE puede contribuir; así, la resiliencia y el empoderamiento fortalecen la construcción de la identidad personal y social de las nuevas generaciones a las que hay que proponer necesariamente un horizonte vital de esperanza y utopía.
Además de las aportaciones de los ponentes, en los diálogos de los cuarenta y cuatro participantes se constató cómo la vida de nuestros jóvenes está caracterizada por diversas crisis que parecen agravarse y generan en sus vidas un creciente miedo e incertidumbre. En esos rasgos que caracterizan a la generación Z se hacen más necesarias algunas aportaciones como una educación para la resiliencia, el empoderamiento y los valores que son precisamente contenidos de la enseñanza religiosa.
Una fuente de inspiración
En este contexto, explica el documento conclusivo del foro, “la ERE es una importante fuente de inspiración para superar las dificultades actuales. La resiliencia, entendida como una firme voluntad de hacer el bien y soportar la adversidad, es también la capacidad de una persona para adaptarse creativamente a los tiempos modernos manteniendo su identidad y su sistema de valores aceptados. La enseñanza de la religión, basada en los valores cristianos y en una visión personalista de la humanidad, puede contribuir significativamente en este sentido. Puede dar a los alumnos importantes impulsos para el desarrollo personal y la competencia social”.
Por todo ello, las aportaciones de la enseñanza religiosa escolar constituyen un bien indispensable en los sistemas educativos de los países europeos. Una ERE inspirada en los valores de la Biblia y la tradición europea puede ser fuente de optimismo, esperanza y resiliencia que ayude a empoderar a los jóvenes para construir una sociedad mejor. Las contribuciones de los distintos países expusieron algunas buenas prácticas en las que se trabajaba didácticamente con este valor de la resiliencia y su aplicación en las aulas. Aunque también se comentaba que se trata de un concepto que requiere más investigación, ya que no se percibe de la misma manera en los distintos contextos europeos.
La resiliencia y el empoderamiento fortalecen la construcción de la identidad personal y social

