Renovar la educación desde la interioridad y la alegría
En el jubileo del mundo educativo, León XIV, agradeció el servicio de docentes de todos los ámbitos y niveles y los invitó a redescubrir el sentido humano, espiritual y comunitario de la enseñanza, a redescubrir el corazón de su vocación: enseñar con amor, alegría y humanidad.
Recogemos aquí, por la calidad de su síntesis, el artículo realizado por Patricia Ynestroza para vaticannews
En ocasión del Jubileo del Mundo Educativo, el Papa León XIV se reunió esta mañana con miles de educadores de todo el mundo a quienes
destacó cuatro pilares fundamentales para la educación cristiana:la interioridad, la unidad, el amor y la alegría.
Educar desde dentro: la interioridad
Inspirándose en san Agustín, el Papa recordó que el verdadero Maestro “está dentro de cada persona”. La educación —afirmó— no se reduce a técnicas o estructuras, sino que es un camino interior de encuentro entre maestros y alumnos.
Unidad y comunidad educativa
El Pontífice dedicó parte importante de su discurso al tema de la unidad, lema que ha marcado su pontificado: In Illo uno unum (“En Aquel que es uno, somos uno”). Recordó que solo en Cristo se alcanza la verdadera comunión, y que la educación debe ser un espacio de encuentro y colaboración.
El amor, corazón de la enseñanza
León XIV definió el amor como el alma de toda labor educativa. Citando a san Agustín, explicó que el amor a Dios es primero en el orden de los mandamientos, pero el amor al prójimo es primero en el orden de la acción. El Papa invitó a los educadores a ser constructores de paz y de diálogo, especialmente con los más frágiles y excluidos. También advirtió sobre el riesgo de una sociedad que no valora suficientemente
el papel del maestro. “Dañar el papel social y cultural de los formadores es hipotecar el propio futuro”, expresó con firmeza, subrayando que la crisis en la transmisión del saber puede convertirse en una crisis de esperanza.
La alegría de educar
El último valor que el Papa propuso fue la alegría, una actitud esencial del verdadero educador. “Los verdaderos maestros educan con una
sonrisa y logran despertar sonrisas en el alma de sus discípulos”, afirmó. León XIV expresó su preocupación por el aumento de la fragilidad
emocional en los jóvenes y alertó sobre el riesgo de aislamiento que puede acentuar la inteligencia artificial. Frente a ello, insistió en
que la enseñanza es, ante todo, una tarea humana, capaz de “fundir las almas y de muchas hacer una sola”, en palabras de san Agustín.
Una misión con horizonte evangélico
Por último, el Papa invitó a los educadores a hacer de la interioridad, la unidad, el amor y la alegría los “puntos cardinales” de su vocación.
Recordando las palabras de Jesús —“Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo” (Mt 25,40)—, los exhortó a ver en cada alumno el rostro de Cristo.
ENCUENTRO CON LOS EDUCADORES CON MOTIVO DEL JUBILEO DEL MUNDO EDUCATIVO
DISCURSO DEL SANTO PADRE LEÓN XIV
SANTA MISA Y PROCLAMACIÓN A «DOCTOR DE LA IGLESIA» DE SAN JOHN HENRY NEWMAN
HOMILÍA DEL SANTO PADRE LEÓN XIV



