ES UN BUEN MOMENTO.

En un momento en el que en España está en la palestra la aprobación de una nueva ley educativa, nos llegan como un “soplo de aire fresco” las palabras del Papa Francisco y nos hacen más conscientes, si cabe, de la necesidad de un pacto educativo global.

En un momento en el que la crisis sanitaria, que en realidad es global, se ceba con los más vulnerables, en donde ya se empieza a hablar de “catástrofe educativa” y hay millones de niños sin acceso a la escuela, las palabras del Santo Padre nos animan a “mirar hacia adelante con valentía y esperanza” y nos recuerdan que las grandes transformaciones se construyen con el compromiso de todos. Escuchemos a los niños, a los jóvenes, a sus familias, a las instituciones, a los docentes… y pongamos en el centro al alumno. Ojalá seamos capaces de darnos cuenta de la importancia de la educación como eje vertebrador y agente transformador de la sociedad, generando esperanza, corrigiendo desigualdades y velando por el bienestar de nuestra casa común.

Es momento de ser “buenos samaritanos” y, en vez de acentuar odios y resentimientos tan de actualidad, unir a todos los sectores de la sociedad y construir entre todos el verdadero Reino de Dios.

Seamos valientes y pongámonos al servicio del bien común, olvidándonos de nuestras individualidades, recordando que, como personas dedicadas a la enseñanza, ese es el mejor servicio que podemos prestar a la sociedad.