Estimados compañeros y amigos: me dirijo a vosotros con la gran responsabilidad y satisfacción que supone dirigir la revista Religión y escuela. Asumo este cargo con el firme propósito de continuar y fortalecer la misión de nuestra revista: ser un instrumento valioso para el diálogo entre la fe y la cultura, y un recurso indispensable para todos los profesores de Religión. A lo largo de mi trayectoria profesional, he tenido el privilegio de disfrutar de esta revista tanto como lector apasionado como autor responsable del área de Religión. Esta experiencia me ha permitido apreciar profundamente el valor y la importancia de Religión y escuela en la formación y el desarrollo profesional de los profesores de Religión. Ahora, como director, me comprometo a trabajar incansablemente para que nuestra revista siga siendo una fuente de inspiración, conocimiento y apoyo para todos vosotros.
Religión y escuela tiene que ser un espacio donde se fomente el diálogo abierto y constructivo sobre la enseñanza de la religión en la escuela. Un lugar donde se compartan ideas innovadoras, se discutan desafíos y se celebren los logros de nuestra comunidad educativa. Creo firmemente que la enseñanza de la religión no solo transmite conocimientos, sino que también forma valores y contribuye al desarrollo integral. Quiero invitaros a participar activamente en nuestra revista. Vuestras contribuciones son esenciales para enriquecer nuestro contenido y para que Religión y escuela refleje verdaderamente la diversidad y riqueza de nuestra comunidad. Juntos podemos construir una revista que no solo informe, sino que también inspire y motive a todos los que estamos comprometidos con la enseñanza de la religión.
Estoy convencido de que, con el esfuerzo y la dedicación de todos, lograremos que Religión y escuela siga siendo un referente en el ámbito educativo y un recurso invaluable para todos los profesores de Religión.
Juntos podemos construir una revista que no solo informe, sino que también inspire y motive a todos