TRABALENGUAS PARA HACER MÁS FELIZ LA NAVIDAD
El uso de trabalenguas en clase o fuera de ella tiene múltiples beneficios. Recordamos algunos de estos beneficios y ofrecemos algunos trabalenguas de temática navideña para usarlos especialmente en el tiempo de Navidad. El uso de trabalenguas en clase o fuera de ella tiene múltiples beneficios. Recordamos algunos de estos beneficios y ofrecemos algunos trabalenguas de temática navideña para usarlos especialmente en el tiempo de Navidad.
Los trabalenguas, esa especie de juego verbal con versos o frases con una alta concentración de sílabas difíciles de pronunciar o sílabas formadas con los mismos sonidos pero en orden diferente, son parte de la cultura popular.
En Infantil y los primeros cursos de Primaria podemos usar los trabalenguas para que los alumnos se ejerciten en pronunciar aquellas letras en las que encuentran dificultad a la vez que estimulan su imaginación y desarrollan su memoria. Y lo podemos hacer también en la clase de Religión –y no solo de Lengua–. Por eso elaboramos ofrecemos aquí algunos trabalenguas que hemos elaborado para esta ocasión con alusiones a la Navidad o hemos adaptado de otros conocidos.
POR QUÉ USAR TRABALENGUAS
El uso de trabalenguas en clase o fuera de ella –con la familia o los amigos, por ejemplo– tiene múltiples beneficios.
- Mejoran la pronunciación: Trabajar con trabalenguas ayuda a mejorar la pronunciación y claridad al hablar.
- Desarrollan el vocabulario: Los trabalenguas suelen incluir palabras menos comunes o similares entre sí pero distintas, lo que amplía el vocabulario.
- Potencian de la fluidez: Al repetir trabalenguas, desarrollamos la fluidez en el habla y superamos obstáculos lingüísticos.
- Producen agilidad mental: Al intentar decir trabalenguas rápidamente, estimulamos la mente, mejorando la agilidad mental y la coordinación.
- Sirven de entrenamiento para la articulación: Ayuda a mejorar la articulación de las palabras, lo cual es útil en la comunicación cotidiana.
- Desarrollan el ritmo y cadencia del habla: Trabajar con trabalenguas contribuye al desarrollo del ritmo y la cadencia en el habla.
- Suponen un reto personal: Pronunciar trabalenguas supone un reto divertido, lo que motiva a superar dificultades y alcanzar metas personales.
- Son un divertido ejercicio lingüístico: Practicar trabalenguas es una forma lúdica de ejercitar nuestras habilidades lingüísticas.
- Facilitan la diversión compartida: Compartir trabalenguas con otros puede ser una actividad social divertida que promueve el buen humor y la camaradería. También en clase.
- Suponen un estímulo creativo: Podemos intentar crear nuestros propios trabalenguas o adaptar otros conocidos. Al hacerlo, ejercitamos la creatividad y la expresión verbal. Esto lo podemos hacer especialmente con los cursos mayores y elegir los mejores para trabajar con ellos en los cursos inferiores.
TRABALENGUAS NAVIDEÑOS
Ofrecemos algunos trabalenguas con alusiones a los personajes más conocidos de la Navidad.
- Podemos usar uno o dos de ellos cada día: por ejemplo, uno al principio para abrir el apetito y otro como cierre de la clase al final. Que sea algo esperado que nos hace más felices esos momentos,
- Intentamos pronunciarlos bien a la primera y sin equivocarnos. Poco a poco podemos decirlos cada vez más rápido ya sea personalmente o todos juntos a la vez.
- Elegimos de antemano los que vamos a usar y hacemos alusión al contenido que tienen, que los profesores han de comentar y desarrollar.
- Podemos pedir a los alumnos que enseñen los trabalenguas a sus familiares y los practiquen con ellos en casa.
- Comenzamos con algunos trabalenguas que nos ayuden a recordar lo esencial: que en Navidad recordamos el nacimiento de Jesús. Con él están María y José.
Me han dicho que dices que nació Jesús. Si nació Jesús como dicen que has dicho, yo digo el dicho que dicen que has dicho para que, muy dichoso, lo repitas tú.
Chiqui chiqui chi, chiqui chiqui chú, chiqui chiquitito es el niño Jesús.
José jugaba con Jesús en el portal de Belén y María reía al ver lo bien que jugaba Jesús con José.
- Los ángeles anuncia la buena noticia a los pastores, que acuden al portal a ver a Jesús. Es un mensaje de paz a todas las personas de buena voluntad.
Canciones de gloria cantaron los ángeles al Niño Jesús. Ahora repítelo tú: “Glaglagá, gleglegué. gloglogó, gluglugú”.
A Belén van los pastores a ver al niño Jesús. Los pastores pisan paja, paja pisan los pastores porque en la paja del pobre pesebre ha nacido quien sabes tú: Jesús.
- También acuden los sabios de Oriente: a Jesús le pueden descubrir todas las personas de cualquier raza o condición.
Melchor, Gaspar y Baltasar tres Reyes Magos son. Lo digo del derecho y del revés: Baltasar, Gaspar y Melchor es el nombre de los tres.
Todos los años me traen regalos los tres Reyes Magos.
- En toda celebración, la comida es importante. En Navidad, especial momento de encuentro, más. Por eso también podemos aludir a ese aspecto, llamando a la contención especialmente a los adultos. Por aquí metemos también a los Magos.
Melchor castañas comió, Melchor castañas cenó, y de tanto comer castañas Melchor se encastañó.
Cuando yo como como come Melchor, no como como come Gaspar ni como como come Baltasar.
Turrones comí, turrones cené, y de tanto comer turrones, yo mismo me enturroné.
- La tradición sitúa a la mula y al buey en el portal de Belén. Y los villancicos hablan de otros animales… Habrá que explicar que es una jícara y el anacronismo, pues no había energía eléctrica en el portal de belén, aunque sí “mucha luz”.
La pícara pájara pica en la típica jícara del portal de Belén. En la típica jícara pica, la pájara pícara y lo vamos a ver.
Rebuznaba la mula, el buen buey mugía. “Beeé” balaba la oveja, “Baaá” el cordero decía.
- También desde la clase de Religión podemos hablar de Papá Noel, aunque mejor sería llamarle Santa Claus, pues, como dice José María Martínez Manero (“Santa Claus”, RyE, 375, diciembre 2023, 9), podemos descubrir en él «bajo capas de barniz y polvo de historias a una persona real: san Nicolás de Bari. Fue obispo de Mira (Asia Menor) entre los siglos III y IV. Un santo en el que Europa respira con sus dos pulmones: Oriente y Occidente… (Un santo que) descubre a los niños el secreto de la Navidad: “Ayudar a los demás sin que nos vean hace grande y feliz a nuestro corazón”». Merece la pena leer toda la columna y seguir investigando.
Santa Claus el gorro agarra y corre que te corre en el carro, que, si el gorro no agarrara, llegaría solo el carro sin el gorro. Papá Noel compró pocas copas, pocas copas compró Papá Noel… ¡Hay que ver qué pocas copas compró Papá Noel esta vez! Rápido corren los renos recorriendo los terrenos. Y si no corren tan rápido, que los unten con torreznos.
- Y habrá que recordar que la Navidad es más que un cuento y que tenemos mucho que contar.
Cuando cuentes cuentos de Navidad, cuenta cuántos cuentos cuentas, porque, si no cuentas cuántos cuentos cuentas, nunca sabrás cuántos cuentos contarás.