Religión en Infantil: ¿qué les toca a los más pequeños?
De: Rufina Cárdenas
Profesora de Música y de Religión (Instituto Veritas)
El nuevo currículo se ha creado y desarrollado de manera participativa y corresponsable, en consonancia con el momento que vivimos actualmente como Iglesia (proceso sinodal) y con las propuestas del papa Francisco. Como profesores de Religión, vamos sacando del arca “lo viejo y lo nuevo”, tendiendo puentes entre nuestra tradición cultural y a la que pertenecen nuestros alumnos, con el sentido de pertenencia a una comunidad creyente que nos precede, en la que buscamos como fin último la educación de la persona y el desarrollo máximo de sus potencialidades, con la conciencia de que habita en una casa común que debe cuidar. De la misma manera, podremos diseñar, debatir y concretar los principios habituales de la nueva ley, así como sus elementos más novedosos, como el perfil de salida, las competencias específicas y los saberes básicos, que serán como faros que aporten conocimientos, unan realidades de nuestros alumnos y ayuden a concretar, contextualizar y enriquecer cada área; también en Infantil.
Preparar y recorrer un itinerario para que los más pequeños adquieran y crezcan en competencias específicas de religión nos va a poner en la tesitura de imaginarlos insertos y activos en un futuro en una sociedad dinámica, multicultural, cambiante y desigual, para la que debemos proporcionarles los recursos o las bases que les permitan ir construyendo, de manera lo más equilibrada y completa posible, una personalidad que sepa manejar situaciones cada vez más complejas. Pero no solo los imaginamos en el futuro, sino que ya, en la persona que son ahora, seremos capaces de ofrecerles claves para que puedan adquirir, reconocer y crecer con una sana identidad personal, así como brindarles espacios de comunicación cercana, familiar y empática. Posibilitar el crecimiento en autonomía tiene que ver con ofrecerles tareas y pequeñas responsabilidades a las que dar soluciones según su personalidad, desarrollando su confianza y autoestima. A través del juego y la imitación de roles, interiorizarán y se identificarán con aspectos del mundo del adulto y aprenderán a expresar sus preferencias y opiniones sobre él. Es tarea nuestra reconocerlos en lo que son cada uno y ofrecerles modelos de personas significativas en las que puedan aprender sus múltiples valores, entre ellos, el de la dignidad personal.
Frente a una partitura ya escrita
Pero podemos también imaginarnos como viajeros en el tiempo, dentro de unos siglos, con las propuestas del reino conseguidas: en un planeta nuevo con unos cielos nuevos, en donde las relaciones de unos con otros son óptimas; donde la libertad personal se entreteje con la de los demás y crea nuevos tejidos sociales llenos de oportunidades, sin paro; donde somos servidores unos de otros; donde nadie queda excluido porque se ha reconocido en el otro; donde el reino está establecido y todo circula armónicamente; donde todas las culturas y religiones son patrimonio de todos; donde cada persona respeta, cuida y crece en interioridad; donde cada persona es lo mejor que puede ser.
Con la nueva ley, tenemos la oportunidad para afinar la nota que cada uno podemos dar para que suene bien esta nueva partitura y “empastar” todas las voces de este coro que somos; ya sabemos quién nos dirige, la partitura, después de tanto ensayo, sonará magnífica.
Revista RyE N.º 357 Febrero2022

