A propósito de los foros de currículo organizados por la Comisión Episcopal
Necesitábamos una noticia así: "Un diálogo entre todos y para todos"
El 19 de enero entraba en vigor la LOMLOE. Todavía nos estábamos reponiendo del jarro de agua fría que supuso un final tan abrupto en el Senado (un hito más en una decepcionante tramitación parlamentaria), cuando la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura nos sorprende con la noticia de la convocatoria de unos foros, similares a los que convocó el Ministerio de Educación, para invitar a todas instituciones y profesores de Religión a un diálogo “entre todos y para todos” para repensar y reflexionar sobre los elementos (pedagógicos, sociológicos, psicológicos y teológicos) sobre los que construir el nuevo currículo.
Necesitábamos una noticia así. Responder a los retos que tiene por delante toda la sociedad, la Iglesia, la escuela, la clase de Religión hace imprescindible habilitar espacios para la reflexión, para la búsqueda compartida, para la creación de redes, para el encuentro y la escucha de todos los que están implicados en la tarea.
Qué importante es que haya sido la propia Comisión Episcopal la que haya tomado la iniciativa de convocarnos y que lo haga habilitando procedimientos para la participación de todos los implicados en la enseñanza religiosa escolar. Sorprende, también, la variedad y el nivel de los ponentes, algunos de reconocido prestigio en el mundo de la educación o del pensamiento, pero quisiera subrayar, sobre todo, el mensaje que se está mandando en este momento en el que, poco a poco, iremos conociendo el desarrollo normativo de la LOMLOE: la asignatura de Religión es una más en el sistema educativo y su presencia es imprescindible para que la propia escuela cumpla con sus finalidades.
En julio, la Comisión Episcopal sorprendió al Ministerio tendiéndole la mano para explorar cauces de colaboración en la Enseñanza Religiosa Escolar. En este mes de enero, cerca de la fiesta de santo Tomás, la sorpresa ha sido para el profesorado con esta ¡bienvenida! invitación a reflexionar sobre el itinerario de aprendizajes y saberes que la asignatura de Religión Católica quiere proponer, para los próximos años, a sus alumnos, a la comunidad educativa y a la sociedad.
En pocos días, esperamos, se harán públicos los cauces de participación. Podemos aprovechar estos días, previos al foro, para discernir -de manera personal o como miembros de una institución- qué nos gustaría trasladar en este momento, inédito, en la enseñanza religiosa escolar de nuestro país. Participar, ya veremos cómo, en un proceso así es un reconocimiento explícito al trabajo que los profesores de Religión venimos haciendo y una invitación a seguir defendiendo la presencia de nuestra asignatura en la escuela como un bien para todo el sistema educativo.
Gracias a la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura y a la Conferencia Episcopal por activar un proceso que, sin duda, servirá para activar una clase de religión en salida (en sintonía con la invitación del papa Francisco) y para comprender la importancia y trascendencia de estar en en la escuela, en coherencia con las finalidades y los métodos propios de una presencia académica y curricular de la ERE, y contribuir al bien común.