Crónica del Congreso de Burgos
Desde dentro del Congreso, Jesús Mª Villaverde Beato nos ofrece una crónica, en primera persona, de lo vivido en el Congreso "Una asignatura como una Catedral". Estuvimos allí y solo cabe tener palabras de agradecimiento a la iniciativa de las delegaciones diocesanas de Castilla León y al comité organizador.
He estado implicado en los preparativos del Congreso de Profesores de Religión de Burgos y es fácil que me pueda vencer la parcialidad pero intentaré no caer en los desvaríos de un hincha fanático. En cualquier caso me remito y someto a la valoración de los 320 profesores que asistieron al evento
En el Congreso de Profesores de Religión de Burgos, celebrado el pasado día 19 de febrero, han sucedido muchas cosas buenas. Todas ellas, cada una con su particularidad, han hecho posible que, a la salida de su celebración, rara fuese la persona que no sintiese una cierta plenitud, una especie de gozo en el alma que invitaba a tomar con ánimo renovado el dulce hacer de las clases de Religión.
El Congreso quiso plasmar en una frase coloquial pero significativa su fe en la clase de Religión y, aprovechando que Burgos estaba en las celebraciones del VIII Centenario de su Catedral, ningún lema le pareció mejor que el de “Una asignatura como una Catedral”
La primera bondad, el primer regalo que se nos ofreció fue el encuentro cordial de tantos profesores, venidos algunos de lejos, que, a raíz de esta oportunidad, se conocieron, estrecharon lazos y vivieron un bonito día de convivencia. El café de media mañana y la comida de mediodía fueron dos momentos especialmente entrañables en este sentido. Una sensación de familia estuvo flotando en el ambiente a lo largo de la jornada.
Buena fue, yo diría óptima, la aportación de los ponentes. Javier Valle estuvo rotundo en su defensa del nuevo currículo que presentó como la única posibilidad en la enseñanza hoy: enseñar por competencias y poner el objetivo no en que nuestros alumnos aprendan hoy sino, sobre todo, que aprendan siempre: ”aprender a aprender” Lo dijo con voz alta, fuerte, convencida y… nos convenció
Buena fue también, yo diría óptima, la presentación del Camino de Santiago en las palabras llenas de saber de Mª Pilar Alonso Abad. La profesora de arte de la Universidad de Burgos nos introdujo, con su suave decir, en la compleja realidad del Camino de Santiago: sus costumbres, sus Iglesias, sus santos, sus signos…su significado. Nos hizo amar el Camino.
Tras la comida, seguimos con nuestra racha de cosas buenas o, mejor, óptimas. Jerónimo José Martín – Jero – crítico de cine muy conocido en distintos medios, habló de las posibilidades del cine en las clases de Religión. Ilustró sus palabras con escenas de películas realmente sugerentes. Al final todos teníamos la convicción de que el cine podría ser un recurso óptimo para plantear, entender y abordar muchas situaciones difíciles de nuestro tiempo.
En la última ponencia del Congreso estuvo Patxy Velasco Fano. Con sus palabras, todas ellas teñidas de una profunda convicción religiosa, y con sus dibujos, todos ellos desbordando la simple apariencia, nos hablo de la gozada de hablar de Jesús a los niños y es que – nos dijo – “educar no es llenar un recipiente; es encender una luz” Cautivó al auditorio.
Tras las ponencias, la Delegada diocesana de Enseñanza de Burgos, Manuela García García, expresó su agradecimiento a todos los que, de un modo u otro, habían trabajado en la preparación del Congreso.
La Consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Mª Rocío Lucas Navas, nos habló a continuación de la asignatura de Religión y de sus profesores. Dijo directamente que la formación religiosa es un factor fundamental si se pretende una verdadera formación humanística; dijo también que la formación religiosa constituye un medio indispensable para comprender el mundo actual, su historia, su arte. Y como colofón a sus palabras se comprometió a mantener el peso horario de la asignatura de Religión como en cursos anteriores así como a mantener una asignatura alternativa. Unos aplausos sonoros y agradecidos fueron la réplica a sus palabras.
Finalmente, el Arzobispo de Burgos, don Mario Iceta, intervino para agradecer a todos los congresistas su asistencia. Recordó sus años de profesor de Religión y les insistió en la transcendencia de que al profesor de Religión le importen de verdad los alumnos.
El punto final del Congreso vino dado por la belleza y elegancia de un ballet a cargo de la Joven Compañía de Danza de Castilla y León. Fue un grato y armonioso final a un día lleno de emociones.
Eran las siete de la tarde y hacía mucho frío en Burgos pero el calor que despedía la alegría y optimismo de cuantos abandonaban el Fórum Evolución – lugar donde se realizó el Congreso – nos hizo pensar que la primavera había triunfado sobre el frío de todos los pesimismos y que todo lo mejor estaba aún por llegar.
Jesús Mª Villaverde Beato