Canciones para crear actitudes de paz
La guerra imprevisible e inexplicable provocada por la invasión de Rusia a Ucrania, puede ser una buena ocasión crear y cultivar actitudes de paz. Y lo podemos hacer especialmente desde la clase de Religión.
Unai Quirós es un profesor de Religión malagueño –además de cantautor– que se define a sí mismo como “alguien a quien la vida le ha regalado la manera de poder expresar lo que vivo y siento en forma de canciones. Música con valores y emoción, música que proviene de la vida. Música para vivir con los cinco sentidos.”
Toda su discografía se puede en las distintas plataformas digitales como Spotify o Itunes. En su canal de YouTube se pueden encontrar todas las canciones acompañadas de vídeos.
Además, desde 2015, lleva elaborando una canción específica para trabajar en el Día escolar por la no violencia y la paz: “Hacer un mundo nuevo” (2015), “Somos la paz” (2016),“Siente la paz” (2017), “Digo stop” (2018), “Una receta de paz” (2019) y “Contágiame tu paz” (2020) y “Da tu nota por la paz” (2021). Todas las canciones van acompañadas de un abundantísimo y muy sugerente material didáctico. Y tanto las canciones como los materiales –pensados especialmente para trabajar en Infantil y Primaria– están disponibles en su página web para todos los profesores de Religión y educadores que lo deseen, y se pueden descargar libremente (https://unaiquiros.com/category/materiales-por-la-paz/). Y constituyen un recurso de fácil aplicación en estos momentos en que la guerra de nuevo, como cantaba Mercedes Sosa, “es un monstruo grande y pisa fuerte toda la pobre inocencia de la gente”. Tres millones de desplazados –especialmente mujeres y niños– en las tres primeras semanas de la guerra de ucrania y una clara conciencia de cómo puede estar pasando esto ahora entre nosotros nos llevan a trabajar cada día para crear actitudes de paz.
Reproducimos la letra de siete de las canciones de Unai Quirós, todas ellas dirigidas a cultivar actitudes de paz, y sugerimos alguna pauta para trabajar con cada canción, aunque recomendamos ver los abundantes materiales que el autor propone en su página web para cada una de ellas.
Música por la paz
“La música es un lenguaje universal, una herramienta poderosa para transmitir valores, contenidos y, sobre todo, para aumentar la motivación y despertar el interés de nuestro alumnado. La música tiene la capacidad de traspasar la piel, tocar el corazón y emocionarnos.” La música, usada como herramienta didáctica y pedagógica, puede ser también en estos momentos un arma para la paz.
Da tu nota por la paz
Somos Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.
Cuando estamos solas,
tristes y aburridas,
todo desentona, no existe armonía.
Somos Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si.
Cuando estamos juntas,
formamos canciones,
se alegran y bailan nuestros corazones.
DO, donar y compartirse.
RE, respetar sin desafines.
MI, mimando con cariño, con gestos,
miradas y palabras que armonicen.
FA, favores gratuitos.
SOL, soluciones sin dar gritos.
LA, latiendo a tu ritmo.
SI, silencio que te escucho calmadito.
Nos unimos para ser canción
y afinar el mundo con amor.
Puedes dar tu nota por la paz
Si tu corazón lo haces sonar,
si tu corazón lo haces sonar,
si tu corazón tu lo haces sonar,
puedes dar tu nota por la paz.
Objetivos
- Trabajar valores y actitudes para mejorar la convivencia a través de la música.
- Afinar nuestro corazón para que en nuestros actos suene la melodía de paz e Igualdad.
- Aprender a gestionar las emociones y a resolver conflictos de manera positiva.
Para trabajar personalmente o en grupo
- A ejemplo de los versos de la canción buscamos otras acciones concretas que empiecen por la sílaba de cada una de las notas musicales concretamos cómo ponerlas en práctica
- Cuando un instrumento o una voz se equivoca decimos que ha desafinado en ocasiones también nosotros desafinamos nos equivocamos en nuestras relaciones con los demás Mandemos a quienes nos rodean cómo lo hacemos en casa en el colegio con los amigos.
- Buscar y ver algunas representaciones recientes de música por la paz.
Compartir y contagiar… abrazos
“Ante tanto miedo y sufrimiento que nos ha traído esta «nueva normalidad» a causa de esta pandemia, ¿por qué no contagiarnos de amor, alegría y solidaridad?” He aquí un canto a la vida.
Contágiame tu paz
Tengo que elegir las mejores medicinas.
En mi botiquín hay vacunas y pastillas
de respeto y paz, de paciencia, igualdad,
vitaminas de risas y solidaridad.
Contágiame, contágiame tu paz sin miedo.
Contágiame, contágiame tu amor sincero.
Que ningún virus nos separará, ¡no, no!,
porque no habrá distancias ni medidas
en nuestra amistad.
Contágiame, contágiame tu paz sin miedo.
Contágiame, contágiame tu amor sincero.
Que ningún virus nos separará, ¡no, no!
que con palabras y miradas
tu infectado corazón podré sanar.
Oh, oh, oh, oh. Contágiame tu paz.
Oh, oh, oh, oh. Contágiame tu paz.
Mide tu tensión, toma tu temperatura.
Calma el corazón, cuando paras y respiras.
Sana tu rencor con tiritas de perdón.
No te olvides de diagnosticar tu mal humor.
Contágiame, contágiame tu paz sin miedo…
Para trabajar personalmente o en grupo
- Nos convertimos en “Sanitarios de la Paz” que curan los corazones. Preparamos el Botiquín de la paz (tijeras, estetoscopio, termómetro, tiritas, bajalenguas o depresores, vitaminas y vacunas según las propuestas de los materiales de esta canción.
- Damos nombre a los virus que infectan la paz y la convivencia en la familia, en el colegio, con tus amigos… Y las posibles vacunas para cada uno de ellos.
- Buscamos noticias y ejemplos de gente que contagia paz. Por ejemplo, a quienes sufren las consecuencias de la guerra actual. vale
Cocinar la paz
Como decía Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Hay una dimensión del ser humano que es necesario desarrollar: el interior… Nos ponemos el delantal para cocinar en el corazón de cada uno una receta de paz. Y lo podemos relacionar con hábitos de alimentación saludable, inteligencia emocional, valores y actitudes que nos ayuden a construir la paz.
Una receta de paz
Cocinemos una receta que llene
la Tierra de un nuevo sabor.
Coceremos los ingredientes más sanos
y fuertes para el corazón.
Dulces palabras y abrazos que mezclar,
llena tu jarra de calma, de paciencia y amistad.
Echando sal, sal a tu sonrisa,
diciendo sal, sal a todo rencor,
cocinamos gestos llenos de sabor.
Echando sal, sal a la esperanza,
diciendo ¡sal, sal! al hambre y dolor
cocinamos gestos llenos de sabor,
la cocina en tu corazón una receta de paz,
una receta de paz, paz, paz, paz, paz.
Una receta de paz, paz, paz, paz, paz.
A fuego lento, guisar cada emoción,
ser el primero en compartir con todos tu ración.
Echando sal, sal a tu sonrisa…
Ponernos a dieta de tanta violencia
que hace daño sin compasión.
Tomar calorías de manos batidas
que “hacen piña” sin distinción.
¡Una receta de paz!
Para trabajar personalmente o en grupo
- Hacer una lista de los ingredientes “más sanos y fuertes” para cocinar la paz en nuestro corazón y a nuestro alrededor. ¿Qué ingredientes de la lista de la canción necesitas cocinar tu?¿Qué ingredientes crees que se necesita cocinar en tu clase y tu familia?
- Escribir en grupos la receta de paz. O una receta para cada valor: “Receta de la justicia”, “Receta de la igualdad”, “Receta de la no violencia”…
- Buscar “dulces palabras” para usar con los demás en nuestras conversaciones. Elegir una o dos y comprometer nos a usarlas.
- Escribir tres “gestos llenos de sabor” para hacer en clase y otros tres para hacer en casa.
Para circular en paz
“Una canción donde se mezclan emociones, valores y normas de convivencia, partiendo desde el motor de nuestro corazón”. Se pretende conectar la educación vial con la educación para la paz para ayudar a los alumnos a ser conscientes de cómo circulamos por la vida y cómo funciona nuestro motor, es decir, que descubran cómo se comportan con los demás y se asomen a su mundo interior emocional.
Digo stop
Aprendamos a circular en paz
respetando a los demás.
Mi velocidad debo controlar:
cuando estoy nervioso me puedo equivocar.
No es mejor el que va primero,
no tienes por qué adelantar.
El corazón, nuestro motor,
hay que repostarlo de amor.
Y digo stop, stop a mis enfados,
stop, stop que no me aclaro.,
cediendo el paso a tu perdón,
buscando en calma la solución.
Y digo stop, stop a mis enfados
stop, stop que no me aclaro,
conduciendo cada emoción
hacia su parking para sentirme mejor.
El rencor no tiene salida,
esa calle no has de cruzar.
El retrovisor hay que regular
para ver a quién ayudar.
Y digo stop, stop a mis enfados….
Stop, stop a la tristeza.
Stop, stop a la pereza.
Hay que decir stop a la violencia,
hay que decir «come on» a la paciencia.
Stop, stop a la injusticia.
Stop, stop a la avaricia.
Hay que decir stop a las fronteras,
hay que decir «come on»
a los de fuera.
Para trabajar personalmente o en grupo
Comparamos las normas de convivencia –para vivir en paz y armonía– con las normas de circulación. Nos centramos en:
- La velocidad: cuando vamos acelerados el trabajo no nos fijamos en los demás ni descubrimos lo que les pasa, podemos caernos, empujar o hacer daño a alguien sin querer. La velocidad no es buena compañera de la convivencia.
- Los “adelantamientos”: para querer ser siempre los primeros. La competitividad no es buena aliada de la convivencia.
- Nuestro motor, el corazón: repostar del combustible del amor: buenos pensamientos (no juzgar, no pensar mal del otro), cariño, paciencia, generosidad, etc.
Y tenemos en cuenta otros elementos:
- Alto y Vamos: acciones negativas y positivas para la convivencia y la paz.
- Nuestro retrovisor: regular lo para ver quién se queda atrás y ayudar al que no avanza, al que se cae, al que no sabe cómo ir…
De los sentidos al corazón
Canción para tomar conciencia del funcionamiento de nuestros sentidos, que son herramientas para descubrir el mundo y construir la paz, pues a través de ellos descubrimos el entorno y lo que sucede a nuestro alrededor.
Siente la paz
Tengo mis dos ojos abiertos
para estar muy atento
por si te puedo ayudar.
Tengo una nariz que respira,
si me visita la ira,
para poderme calmar por dentro.
Siente la paz, siente la paz;
abrazando a tus amigos la descubrirás.
Siente la paz, siente la paz;
escuchando los latidos del corazón,
todos me suenan igual.
Puedo por mi boca echar fuego
pero prefiero dar besos
para sentirme mejor.
Tengo un corazón que se anima
con palabras bonitas
y con gestos de amor sinceros.
Siente la paz, siente la paz;
abrazando a tus amigos la descubrirás.
Siente la paz, siente la paz;
escuchando los latidos del corazón,
todos me suenan igual.
Siente, siente, siente la paz conmigo…
Para trabajar personalmente o en grupo
¿Qué pasaría si nuestros sentidos fuesen testigos de lo que sucede en una guerra…?
- Imaginamos que somos un niño o niña de nuestra edad que ha vivido diversas experiencias de la guerra de Ucrania o que ha sufrido sus consecuencias (Recordamos que en las tres primera semanas de guerra, desde el 24 de febrero hasta el 17 de marzo de 2022, hubo más de tres millones de refugiados, especialmente mujeres y niños, que salieron des sus casas con lo puesto.
- Contar lo que hemos visto: rostros, filas de gente, pequeñas maletas…
- Lo que hemos oído: descripción de ruidos, gritos, plegarias…
- Lo que hemos respirado: olores, angustias, miedos…
- Lo que hemos tocado: necesidad de contacto y abrazos…
- Lo que hemos gustado: hambre
- Llevar a cabo algunas sencillas acciones que nos ayuden a sentir la paz:
- Escuchar los latidos del corazón de otras persona.
- Acoger y aceptar con la mirada al otro.
- Dar un abrazo de paz…
- Cantar juntos (y bailar) una canción…
La paz depende de nosotros
Canción para acercarnos a situaciones de injusticia recientes, como la inmigración, las guerras, los refugiados, la violencia injustificada, la intolerancia religiosa, el racismo, el hambre o la esclavitud infantil. Y a situaciones más cercanas que se pueden dar en entornos más inmediatos como la escuela.
Lo principal es ser paz: “vivir en paz con uno mismo, vivir en paz con los demás y hacer todo lo posible para que otros también puedan alcanzarla”. O sea, vivir la paz de dentro hacia fuera y hacer que se contagie… como se contagia la alegría.
Somos la paz
Es la paz el mejor de los sueños,
es la paz un fruto del amor.
Es la paz un mundo sin violencia,
cosiendo diferencias, todos son como son.
Es la paz algo más que tres letras,
es la paz algo que hay que sembrar.
Es la paz un lugar donde reina el perdón,
la paciencia y la buena amistad.
Paz para todos los pueblos, donde sufren
las guerras, donde hay hambre y dolor.
Paz para todos los niños que trabajan
muy duro sin muñeca y balón.
Paz para los que golpean
y para mi vecino que tiene mal humor.
Paz para los que abandonan
su país, su familia para vivir mejor.
Paz, paz, paz, yo soy paz.
Paz, paz, paz.
Paz, paz, paz, yo soy paz.
Nosotros somos la paz.
Paz para aquellos que insultan
porque piensan distinto o se creen superior.
Paz para aquellos que sufren
por ser de otra raza o de otra religión.
Paz para los que golpean
y para mi vecino que tiene mal humor.
Paz para los que abandonan
su país, su familia para vivir mejor.
Paz, paz, paz, yo soy paz.
Paz, paz, paz.
Paz, paz, paz, yo soy paz.
Nosotros somos la paz.
Para trabajar personalmente o en grupo
- Comentar las definiciones o descripción que se da de la paz en los ocho primeros versos. Hacer una lista de todos lo que se dice.
- En los siguientes ocho versos se pide la paz para diversas personas o entidades. Hablar de situaciones concretas que reflejen esa necesidad de paz.
- Realizar el mismo proceso con lo que se indica en los cuatro siguientes versos (los que insultan, los que piensan distinto, los que se creen superiores… Y los su sufren por su raza, lengua o religión). Y concretar: ¿Qué hacer para lograr en esos casos la paz?
- Partir del estribillo: Concluir tres veces la frase “Yo soy paz cuando…” Y otras tres “Somos la paz cuando…”.
- Si “es la paz el mejor de los sueños”, ¿por qué no concretamos ese sueño de paz? Imaginar que ya se ha logrado la paz en las diversas situaciones antes recordadas y escribir ese sueño de paz en el que se manifieste el proceso por el que se ha llegado a esa situación.
Canción para todos los días
Esta canción, preparada por Unai Quirós en 2015 para celebrar el Día de la no violencia y la paz, es también una canción para tenerla en cuenta cada día y fomentar las actitudes y acciones que ayuden a crear un mundo nuevo a traes de unas relaciones sociales positivas y siendo solidarios, tolerantes, agradecidos, empáticos, generosos… Por sus características puede servir especialmente para los últimos cursos de Primaria y los primeros de Secundaria.
Hacer un mundo nuevo
Siempre imaginé un lugar sin miedo a crecer,
descubriendo tesoros tras la piel.
Un lugar mejor donde no haya
hambre, corrupción;
donde nadie te tire del vagón.
Formo parte de esta historia,
ya no tengo escapatoria
y comprendo que yo tengo
muchas cosas que aprender.
A sumar las diferencias
y a restar tanta violencia,
a multiplicar por cero el rencor.
Aprender a leer los ojos
de tristeza y sufrimiento
y que con esfuerzo puedo ser mejor…
y hacer un mundo nuevo.
Nadie vale más que nadie
por su plan de ahorros, por nacer
en lugares condenados a perder.
Risas de ocasión urgentes
para endulzar todo aguijón,
donde el protagonista sea el perdón.
Formo parte de esta historia…
Y hacer un mundo nuevo
donde se respire armonía,
haya pan cada día, para todos mejor.
Donde no haya buenos ni malos,
donde sobre armamento
y kilos de comprensión.
Para trabajar personalmente o en grupo
- Hacer un mundo nuevo no es tan difícil si hacemos lo que dice el estribillo: “aprender a sumar las diferencias y a restar tanta violencia, a multiplicar por cero el rencor”. ¿Cómo hacerlo y ante qué situaciones concretas?
- “Hambre, corrupción”… son también impedimentos para la paz y ante los que no tenemos escapatoria. Pero nos escapamos cuando queremos saber nada de esa realidad.
- ¿Y cómo actuamos ante otra violencia cercana a nosotros: o sea, ¿a quién tiramos del vagón? Dar nombre a ese vagón (estudios, juegos, amigos, familia, grupo de clase…) y concretar cómo actuamos y por qué.
- Otro objetivo: “Aprender a leer los ojos de tristeza y sufrimiento” ¿Cómo se logra eso?