Massot y Pelayo
Acaba de morir un “historiador todoterreno y editor de todos”. Es una ocasión para evocar a “un monje, un historiador y un editor”. A su través, un mundo que puede resultarnos insuficientemente cercano.
En la necrológica tras el fallecimiento de Josep Massot i Muntaner, en la octava de Pascua pasada, Josep Playà Maset recordaba que, “tras el Bachillerato en un colegio de jesuitas, se traslada en 1958 a Barcelona para estudiar Filología Románica en la Universidad de Barcelona, donde tendrá profesores del nivel de Martín de Riquer, Antoni Vilanova, José Manuel Blecua, Badia i Margarit o Joan Bastardas. Era un alumno tan brillante y volcado en los libros que los compañeros lo bautizaron como “Massot y Pelayo”, pensando en Marcelino Menéndez Pelayo. Mucho más tarde, su amigo Albert Manent dijo que tenía “una memoria que parece una computadora, como Jordi Rubió o Miquel Batllori”. En 1962, ingresa como monje en la abadía de Montserrat y tiene como maestro de novicios al padre Cassià M. Just. Amplió estudios en Alemania como tantos de su generación “tardía”. En 1969, hace la profesión solemne y, en 1971, es ordenado sacerdote.
Es, pues, lo que se denominaba en aquella época una vocación tardía. Su contacto con un mundo intelectual ajeno al estrictamente eclesiástico explica su biografía y la de otras muchas “vocaciones tardías” contemporáneas suyas, y páginas brillantes de la historia de la Iglesia peninsular más actual. El monjo, l’historiador i l’editor es el título del libro homenaje publicado en 2021 al cumplir ochenta años y conmemorar los cincuenta de su ordenación sacerdotal y de su labor como director de Publicacions de l’Abadia de Montserrat. Sesenta filólogos, historiadores, religiosos, literatos, etc. de todos los territorios de habla catalana estudian las diverses vertientes de su obra. Estas, según Publicacions de l’Abadia de Montserrat, su editor, serían: “L’historiador tout court i l’historiador de la literatura, la llengua, l’Església i la música, i també l’editor i el director de revistes com Serra d’Or, Randa i Studia Monastica”.
Lo de “historiador todoterreno y editor de todos” es la feliz descripción de Jordi Manent. Como coordinador de la miscelánea homenaje, dice en la introducción que “no cal perspectiva històrica per adonar-nos de la important petja de Josep Massot i Muntaner com a estudiós de fets i personatges de la nostra llengua, literatura i història; per tant, la seva obra, que podríem qualificar d’historiador tot terreny, pot presumir, també, de molt de rigor i molta qualitat”.
Merece dos palabras Publicacions de l’Abadia de Montserrat. “Ara i des de 1499” es, según su presentación, “l’editorial més antiga d’Europa. Hereva de la impremta fundada a Montserrat al segle xv, ha tingut al llarg del temps una activitat pràcticament ininterrompuda, i des del final de la dècada de 1950 ha dedicat una especial atenció als temes relacionats amb la cultura catalana”. Ahí estuvo el padre Josep Massot i Muntaner. Actualmente, cuenta con un fondo editorial de unos dos mil títulos.
Fue una revelación para los que nos interesábamos
por la historia religiosa
Historia religiosa de la Cataluña contemporánea
Entre ellos, su Aproximació a la história religiosa de la Catalunya contemporánia. Publicado en 1973, fue una revelación personal y una revolución imperceptible para los que nos interesábamos por la historia religiosa y por las otras iglesias y Españas. Su primer libro había sido Els mallorquins i la lengua autòctona (1972), y pronto le siguieron otros, el primero de los cuales muestra uno de sus focos de interés: La Guerra Civil a Mallorca (1977). “La Iglesia y la guerra analizados desde una perspectiva donde el rigor estaba siempre por encima del componente ideológico”, según Playà, quién recuerda que Jordi Manent ha escrito con acierto: “Queriendo entender la guerra civil española a través del controvertido libro de Georges Bernanos Los grandes cementerios bajo la luna, Massot no tiene manías a la hora de describir las virtudes y los defectos en las actuaciones de los republicanos y de los franquistas, del comportamiento de la Iglesia”.