Fallece Antonio Montero. En su memoria.
Este jueves ha fallecido, a la edad de 93 años, el arzobispo emérito de Badajoz, Antonio Montero. Junto a un grupo de prestigiosos sacerdotes y laicos, fue impulsor de la creación de la institución editorial PPC (Promoción Popular Cristiana) de la que forma parte nuestra revista. Religión y escuela quiere ser prolongación, en la educación, de aquel espíritu fundacional.
La revista Vida Nueva, de la que don Antonio fue el primer Director, está publicando en su portal web diferentes entradas que nos ayudarán a conocer la semblanza biográfica de don Antonio y a poner en perspectiva la labor apostólica de un obispo, «apasionado por la Iglesia y las comunicaciones sociales. Realidades ambas que don Antonio ha encarnado y armonizado admirablemente en su vida y que constituyen un legado y una tarea todavía en gran parte pendiente en la vida eclesial», en expresión de José Mª Gil Tamayo.
Recordar a don Antonio Montero en el día de su fallecimiento mueve a todos los que trabajamos en PPC a expresar, una vez más, gratitud por su intuición, su acompañamiento y su legado y a renovar nuestro compromiso con la razón de nuestro ser editorial: al servicio de la transmisión de la fe y del humanismo cristiano.
Un origen que marca un horizonte
Merece la pena releer la última entrevista que don Antonio Montero concedió, en 2009, a la revista Vida Nueva de la que fue uno de los fundadores. De aquella entrevista queremos rescatar una pregunta por el espíritu fundacional.
P.- ¿Cuál era ese espíritu?
R.- La unión de fuerzas de la Iglesia en el frente de la Comunicación, como pusimos de manifiesto en el Proyecto concertado poco antes entre tres curas y cuatro laicos, codo con codo en nuestra obra común. Así como también nuestras Instituciones patrocinadoras. Mas, sobre todo, la concurrencia de miembros de diferentes Congregaciones religiosas y Movimientos laicales, incorporados en cargos directivos al programa editorial de PPC: jesuitas, marianistas, escolapios, hermanos de la Salle, dominicos, etc. Al hablar de espíritu abierto queríamos abstenernos de todo partidismo ideológico y tener el corazón tan ancho como el de la Iglesia; sin exclusión de personas o grupos aceptados por ella e incluso dispuestos por nuestra parte a colaborar con ellos, aunque sin identificarnos con ninguno.
Desde Religión y escuela queremos hacer nuestro ese espíritu fundacional, que don Antonio Montero quiso para PPC, como línea editorial para hacer frente a los retos y desafíos de la ERE y su profesorado. Gracias, don Antonio.