Formarse en la sinodalidad
En octubre del año pasado comenzó el camino sinodal que concluirá con el Sínodo sobre la Sinodalidad de 2023. Son diversos los ámbitos en los que se propone trabajar esta iniciativa, entre los que se menciona a las escuelas.
En ese sentido, además de poder hacer llegar el aporte de los niños y jóvenes en este tiempo de escucha, puede ser también una excelente oportunidad para que, desde una propuesta pedagógica acorde, reflexionemos sobre lo que significa la Iglesia para cada uno de ellos. Para ello, la clase de Religión se presenta como un ámbito más que adecuado para trabajar esta temática. El documento preparatorio presenta diez núcleos temáticos que articulan diferentes aspectos de la “sinodalidad vivida” que tienen como objetivo “ayudar a hacer emerger las experiencias y para contribuir de manera más enriquecedora a la consulta”. Siguiendo el espíritu desde el cual se los ofrece, que es el de adaptarlos, integrarlos, explicitarlos, simplificarlos y profundizarlos, nos podríamos a animar a tomarlos como referencia para organizar un itinerario pedagógico en nuestras clases, reelaborando algunas de las preguntas que se proponen para iniciar el diálogo y la reflexión. Como una primera idea para ser desarrollada, profundizada o modificada, comparto algunas preguntas que podrían orientar este trabajo:
- Los compañeros de viaje. En la Iglesia y en la sociedad, estamos en el mismo camino uno al lado del otro. ¿Quiénes forman parte de la Iglesia? ¿Me siento parte de ella? ¿Por qué? ¿A quiénes se deja afuera de la Iglesia?
- Escuchar. La escucha es el primer paso, pero exige tener una mente y un corazón abiertos, sin prejuicios. ¿Me siento escuchado por la Iglesia? ¿A quién se escucha más? ¿A quién menos? ¿A quién no se lo escucha?
- Tomar la palabra. Todos están invitados a hablar con valentía y parresia, es decir, integrando libertad, verdad y caridad. ¿Todos pueden hablar con libertad en la Iglesia? ¿Considero que puedo expresarme en la comunidad cristiana? ¿Quién habla en nombre de la Iglesia?
- Celebrar. “Caminar juntos” solo es posible sobre la base de la escucha comunitaria de la Palabra y de la celebración de la eucaristía. ¿Qué importancia piensas que tiene para los jóvenes la celebración de la fe y la oración? ¿Por qué?
- Corresponsables en la misión. La sinodalidad está al servicio de la misión de la Iglesia, en la que todos sus miembros están llamados a participar. ¿Consideras que los cristianos están comprometidos con la misión de anunciar el Evangelio? ¿Te sientes convocado a participar?
- Dialogar en la Iglesia y en la sociedad. El diálogo es un camino de perseverancia, que comprende también silencios y sufrimientos, pero que es capaz de recoger la experiencia de las personas y de los pueblos. ¿Ves a la Iglesia como una institución en la que se favorece el diálogo? ¿Hay lugar en la comunidad cristiana para las diferencias de criterios o de visiones? ¿Cómo es el diálogo de la Iglesia con la sociedad?
- Con las otras confesiones cristianas. El diálogo entre los cristianos de diversas confesiones tiene un puesto particular en el camino sinodal. ¿Qué relación tiene la Iglesia católica con las otras confesiones cristianas? ¿Conoces alguna experiencia al respecto?
- Autoridad y participación. Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable. ¿Cómo se ejerce la autoridad dentro de la Iglesia? ¿Qué participación tienen en la Iglesia los laicos?
- Discernir y decidir. En un estilo sinodal se decide por discernimiento, sobre la base de un consenso que nace de la común obediencia al Espíritu. ¿Quiénes toman las decisiones en la Iglesia? ¿Cómo crees que se toman?
Un principio educativo
El décimo núcleo es un objetivo en sí mismo, y es el sustento que tiene esta propuesta para ser pensada en las instituciones educativas, ya que plantea la necesidad de formarse en la sinodalidad: la espiritualidad de caminar juntos está destinada a ser un principio educativo para la formación de la persona humana y del cristiano, de las familias y de las comunidades. Que podamos aprovechar este tiempo especial que vivimos para escuchar de manera especial a los niños y jóvenes con los que trabajamos y caminar junto con ellos para construir una Iglesia que sea cada día más fiel al llamado del Señor.
La clase de Religión se presenta como un ámbito más que adecuado
para trabajar esta temática